La candidatura de Kenji Fujimori en la lista congresal de Fuerza 2011 no hace más que generar una sonrisa suspicaz que él y sus actos ayudaron a crear a lo largo de estos años. Aquí un recuento de las rebeldías del hijo mimado del ahora preso Alberto Fujimori.

Convertido en un operador político de su propio apellido, Kenji ahora integra la lista parlamentaria de su hermana Keiko con el número 3. Así, el menor de los hijos de Alberto Fujimori busca bailar con su propio pañuelo en el terreno político que heredó de su padre.

Sin embargo, ya todos se preguntan si esta candidatura solo busca saciar los caprichos que Kenji aprendió a cosechar desde que llegó a Palacio de Gobierno cuando aún tenía diez años.

Para recordar en concreto: el hijo predilecto de Alberto Fujimori hizo lo que le dio la gana durante la dictadura. Desde un telescopio espacial, un fusil AKM, un helicóptero del Ejército Peruano para pasear con sus amigos, hasta las “cálidas imágenes" con sus tres perros de los “kenjivideos” en su no tan saludable adolescencia.

“Muchachito de mierda”

Criado durante una década en los sótanos del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN), Kenji logró poner de cabeza hasta el mismo ex asesor presidencial, Vladimiro Montesinos, quien solía llamarlo “muchachito de mierda”.

Y es que mientras el “tío Vladi” se escondía del Alberto Fujimori para tramar la grabación de sus videos y demás menesteres, Kenji irrumpía en su oficina para quejarse de todos aquellos que no accedían a sus juegos maquiavélicos.

El periodista Luis Jochamovitz cuenta en su libro “Vladimiro” cuenta que cuando ‘Vladi’ no accedía a sus caprichos, Keiko iba donde su padre y le decía: “oye, tío Vladi está en la oficina y a ti te han dicho que no está”.

Los “kenjivideos”

La majadería de Kenji no se quedó entre los muros de Palacio de Gobierno ni en el SIN. La máxima expresión de su adolescencia se encuentra registrada en uno de los videos que se le encontraron a su tu “tío Vladi”.

Sin embargo, ese video no sorprendió por el florido vocabulario que Kenji demostraba tener con frases como "Viva el Perú, carajo" acompañado de sus flatulencias, o su baile al mismo estilo ballet.

Dicho registro generó el mayor desagrado posible al ver como el niño mimado de la dictadura realizaba una serie de poses sexuales con uno de sus tres perros. Las imágenes nada saludables mostraban a un ya adolescente Kenji bajarse los pantalones para inducir a su su can “Puñete” a un fellatio.

Dicho “romance” con los animales ya lo había demostrado desde pequeño cuando llevaba a sus perros y su boa al mismo Palacio de Gobierno. Allí, Kenji gustaba de ir estancia en estancia poniendo su reptil en la cara de todo mundo, incluso de los invitados de su papá.

Otras malcriadeces

Las osadía del ahora candidato al Congreso no tenían límite ni rangos. Un reportaje de Agencia Perú que data del 2002 cuenta el caso del comandante Manuel Salazar Trelles, quien fue dado de baja por intentar detener sus malcriadeces.

En esta ocasión entraría a tallar la influencia de Alfredo Guizado, un muchacho de Ancón que trabajaba en la Escuela de la FAP, quien era el compinche de Kenji y quien aparece en muchas escenas del “Kenjivideo”.

Salazar tan solo notificó a la seguridad de Kenji que no podría meterse en una piscina con su ropa llena de arena. Días después fue sancionado por la Comisión de Investigación de la FAP con diez días de arresto. Después su caso fue elevado al Consejo de Guerra de la Fuerza Aérea y dado de baja. Una carrera tirada al tacho por un capricho de Kenji.

Otra anécdota de las canalladas del hermano de la candidata presidencial Keiko Fujimori es la contada por la periodista Mónica Cepeda.

La reportera de televisión cuenta que cuando viajaba en el avión presidencial, el inquieto Kenji despertaba a palmazos a los generales que acompañaban a su 'api', para que jugaran con él o le leyeran algo.

Incluso, cuenta Cepeda, cuando no le hacían caso el mismo presidente Fujimori reprendía al edecán para que ponga a derecho a sus generales y cumplan los caprichos de su hijo.

Diez años después, el vástago del ahora preso por corrupción robo y asesinato, asegura que ha evolucionado en un sesudo joven preocupado por los problemas de la nación.

Curiosa coincidencia que Kenji y Keiko hayan descubierto "a último minuto" las diferencias que tienen con su “tío” Montesinos después de haberles satisfecho sus rebeldías en los sótanos del SIN o incluso ayudando a transferir el dinero para pagar sus estudios.

Así pues, queda en las manos de nuestro siempre olvidadizo pueblo peruano pensar dos veces antes de apoyar la lista parlamentaria del reo que maneja una candidatura desde su celda en la DIROES.

Cierre de quiosco. No solo el hijo de de Fujimori estará en la lista de Keiko, sino también el publicista, el hermano, el médico y la enfermera personal. Vaya lista de 'pishtacos'.