El ya reconocido periodista de buena postura e imponente voz estaba encargado de uno de los suplementos más importantes del país. Suplemento que se encontraba en sus buenas épocas, donde el buen periodismo nacía y moría en los impresos.

Por aquel entonces un grupo de muchachos sanmarquinos llegaban de la mano de otro reconocido periodista, hoy editor de uno de los medios izquierdistas del Perú.

Entre ese grupo de buenas plumas sanmarquinas, destacaba un macilento joven amante de la buena música. Este sería designado a la sección fuerte para las buenas crónicas y reportajes: el suplemento. Allí debería sacar provecho a la experiencia del imponente editor de aquel entonces.

Pero cuentan –mucho tiempo después- que cada dos o tres veces al mes, a parte de cubrir sus crónicas y reportaje, el editor lo mandaba a hacer notas especiales de una de las actrices más conocidas de la época.

- Chiquillo, tienes que hacer una cobertura especial de lo que está haciendo. – mandaba el editor con el tino de la complacencia.

- Pero no está en nada interesante.- replicaba el joven reportero.

- Carajo, tú hazme caso no más.- trataba de convencerlo.

- Pero siempre le hacemos notas.- insistía.

- No te preocupes, ella te dirá todo lo que tienes que poner en tu nota. Y no se diga más.- sentenció el ‘jefecito’.

El macilento joven amante de la buena música se fue resignado a escuchar – un fin de semana más- la voz chillona de aquella actriz que, con poca gracia, se había ganado un espacio en uno de los suplementos más leídos del país.

Y serían muchos años después, cuando el joven consiguió un nombre propio. En ese tiempo descubriría la razón de aquellos encarguitos: “El muy pendejo se la tiraba a la actriz”, revelaría en una reunión secreta de reencuentro entre aquella generación de sanmarquinos que ocupan gran parte dentro de la historia de uno de los diarios más importantes del país.

Cierre de quiosco. El ‘jefecito’ por estos años es quizá la voz más reconocida del territorio nacional. El joven dejó de ser promesa hace mucho tiempo atrás, y hoy en día, su pluma devela los mayores casos de espionaje y corrupción.