Barcos (pe)troleros
Esta historia si va sin nombres. No pidan mucho, hay cosas que simplemente no se puede decir. Y para su mala suerte esta es una de aquellas, aunque más interesan los hechos que los mismos protagonistas.
Eran los años ochenta y Fernando Belaunde Terry asumía su segundo mandato tras un ‘dizque’ periodo de transición a la democracia a manos del general Morales Bermudez.
Belaunde Terry tenía que cumplir con una agenda presidencial como cualquier otro mandatario. El protocolo a su reciente llegada al poder lo mandaban por las calurosas tierras del norte peruano. Llegaban un barcos petrolero extranjero que desembarcaría en un puerto norteño.
En el mundo periodístico, el acontecer protocolar no merecía más que una mención por tratarse del presidente y bla, bla, bla… No era una gran noticia, a menos (siempre estén atento a ese ‘al menos’ en el mundo periodístico) que sucediera algo durante el evento. Mi imaginación vuela alto: uno de los barcos sufre una falla y ocurre un derrame en el mar.
En fin, la cosa es que las redacciones periodísticas del norte se pusieron las ‘pilas’ y mandaron un redactor a la ceremonia protocolar. Mientras que todos coordinaban su pase al evento, el dueño del diario más poderoso de aquel entonces en todo el norte recibía una llamada.
Sí, eran una de esas llamadas con ‘favorcitos’. De pronto la noticia pequeña de cuerpo ‘B’ se tenía que convertir en un despliegue de cuerpo entero. Pero eso no era todo: esa sería la portada del día siguiente.
El dueño transmitió la noticia a su editor general, quien batalló ferozmente sin obtener resultados. Lo peor de todo: la nota tenía que ser cubierta por el mismo editor general por tratarse del presidente.
- Ya sabes, un despliegue completo con fotos espectaculares y todo. Por las puras ganas no te estoy mandando a ti.- serían la palabras del Don.
- ¿Acaso me queda de otra?- ironizaba ya resignado el editor.
¿Y qué pasó con la historia? Se cubrió en su totalidad, tal y como lo habían pedido en aquella llamada telefónica. Lo que nadie entendió es por qué en la portada del día siguiente decía “Presidente en la llegada de barco trolero”.
Cierre de quiosco. Aún es materia de investigación si fue –como el nombre de este blog- un Animus Jocandi, o simplemente se les olvidó poner la “pe” antes de “trolero”. Claro que también está la teoria de que la "pe" se escapó y recién fue econtrada hace un año por LaMula y se fusionaron en LaMula.pe... pero esa es otra historia. Por mientras tengan fe de que sigo buscando esa portada para tomarle una foto.