La controversia sobre el matrimonio igualitario en el debate presidencial peruano también ha sido abordada por la pluma de nuestro Premio Nobel de Literatura 2010. En una columna de El País, en el 2005, Mario Vargas Llosa saluda que esta medida haya sido legalizada en España.

En ese sentido, el novelista peruano saludó que España se convirtiera el tercer país en el mundo –después de Holanda y Bélgica- que habrá legalizado el matrimonio entre personas del mismo sexo, con todos los deberes y derechos incluidos, entre ellos el de poder adoptar niños.

“Es un extraordinario paso adelante en el campo de los derechos humanos y la cultura de la libertad que muestra, de manera espectacular, cuánto y qué rápido se ha modernizado esta sociedad donde, recordemos, hace unos cuantos siglos los homosexuales eran quemados en las plazas públicas y donde, todavía en los tiempos de la dictadura de Franco, la homosexualidad era considerada un delito y reprimida como tal”, sostiene Vargas Llosa.

Según el Nobel, esta medida es un “acto de justicia”, que reconoce el derecho de los ciudadanos a elegir su opción sexual en ejercicio de su soberanía, sin ser discriminados ni disminuidos por ello.

Ante los argumentos en contra del matrimonio homosexual, Vargas Llosa asegura que estos no resisten el menor análisis racional y se “deshacen como telarañas cuando se los examina de cerca”.

Familias heterosexuales en crisis

Uno de los más utilizados ha sido el de que, con esta medida, se da un golpe de muerte a la familia.

Al respecto, ‘Varguitas’ dice: “¿Por qué? ¿De qué manera? ¿No podrán seguir casándose y teniendo hijos todas las parejas heterosexuales que quieran hacerlo? ¿Alguien, con motivo de esta nueva ley, va a forzar a alguien a no casarse o a casarse de manera distinta a la tradicional? Por el contrario, la ley, al permitir a las parejas gays contraer matrimonio y adoptar niños, va a inyectar una nueva vitalidad a una institución, la familia, que -¿alguien no lo ha advertido todavía?- padece desde hace ya un buen tiempo una profunda crisis en la sociedad occidental”.

El escritor peruano sostiene que, contabilizando el número de divorcios que crece cada año y la multiplicación de parejas de hecho que rehúsan resueltamente pasar por el altar o por el registro civil, el argumento de los quienes rehúsan a implementar el matrimonio igualitario, se reduce a cero.

El dilema con los niños

Con respecto al argumento sobre que los niños adoptados por parejas homosexuales sufrirán y tendrán una formación deficiente y anómala por tener dos padres del mismo sexo, Vargas Llosa asegura que solo es “una afirmación dogmática y sin el menor sustento psicológico”.

Para ello, el escritor cita a Edurne Uriarte quien asegura que “un niño lo que necesita es amor, no abstracciones”.

“Detrás de todos estos argumentos no hay razones, sino prejuicios inveterados, una repugnancia instintiva hacia quienes practican el amor de una manera que siglos de ignorancia, estupidez, oscurantismo dogmático y retorcidos fantasmas del inconsciente, han satanizado llamándolo ‘anormal’”, refiere nuestro Nobel de Literatura.